Inauguradas en 1971, las instalaciones de Lezama responden a la necesidad del Athletic Club de disponer de un espacio propio como centro de trabajo del equipo profesional y como escuela de fútbol para las categorías inferiores del Club. Ubicadas en el municipio de Lezama, a unos 10 kilómetros de Bilbao, estas instalaciones constituyen los cimientos del Athletic Club y de su filosofía, puesto que es donde radica físicamente la cantera, base que sustenta la idea de contar solo con jugadores propios, rasgo definitorio de la institución. En Lezama, el trabajo realizado con los diferentes equipos es único y compartido por todos los técnicos del club. El jugador es el elemento clave, la piedra angular del plan de formación y el juego el medio fundamental de aprendizaje a través del cual va asimilando conceptos. Junto a la optimización del rendimiento deportivo del jugador, se trata de alcanzar una formación integral de los mismos desarrollando los aspectos de su formación personal. Se trata de conseguir al final del proceso un perfil humano psicológico del jugador del Athletic que esté con consonancia con la exigencia del fútbol actual y que represente, por otra parte, los valores y la idiosincrasia del Club.
En Bilbao, cada año, sacan nuevas hornadas de futbolistas. Unos altos, otros bajos, unos mas veloces, otros mas lentos, pero todos tienen en común, la raza, la garra, el valor y el honor de vestir esa camiseta y de haberse ganado tras años de historia su apodo de "Leones".
Hoy en día se cuestiona a los jugadores y se acusa a muchos de mercenarios que solo juegan por dinero sin sentir los colores de su camiseta. Esto en Bilbao no pasa, pueden jugar mejor o peor, pero la piel de los jugadores se queda en el campo semana tras semana y creo recordar que el Atletic es el único equipo junto a Madrid y Barcelona que no ha descendido a segunda división en toda su historia.